Es una técnica participativa que ayuda a desarrollar ideas creativas para identificar el
problema y organizar la información recolectada, generando un modelo de relaciones causales
que lo explican.
Esta técnica facilita la identificación y organización de las causas y consecuencias de un
problema. Por tanto es complementaria, y no sustituye, a la información de base.
La lógica es que cada problema es consecuencia de los que aparecen debajo de él y, a su
vez, es causante de los que están encima, reflejando la interrelación entre causas y efectos.
Se debe elaborar siguiendo los pasos que, a continuación, se enumeran:
1. Formular el Problema Central
2. Identificar los EFECTOS (verificar la importancia del problema),
3. Analizar las interrelaciones de los efectos
4. Identificar las CAUSAS del problema y sus interrelaciones
5. Diagramar el Arbol de Problemas y verificar la estructura causal.
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